Es una sensación extraña de melancolía, cuando se trata de alejarnos por algunas obligaciones, un sin sabor muy notorio al saberme durante la rutina y la cotidianidad en nuestros sitios, pero sin tenerte a mi lado; aunque con la tecnología estamos siempre en contacto (y vaya que ayuda demasiado a mitigar la sensación), es verdad que extraño tanto poder ver tus ojos tan bonitos, oír tu risa, tus abrazos, tus besos, yo solo espero a tu regreso.
Me reconforta voltear al cielo, al ver las nubes pensar en ti, y en que falta cada vez menos para estar juntos de nuevo. No considero que sea un apego, es sencillamente el color que le das a mi mundo, y en tus brazos, el lugar donde quiero siempre estar.